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(Historias de la Vida Real)
Hola Chicos y chicas!
He vuelto en gloria y majestad luego del éxito rotundo de mi sección "Tírate la otra" de la edición anterior.
Hoy analizaremos otro caso que ha llegado a mi despacho, se trata de un lujurioso caso interregional:
Corría el viernes 11 de abril, cuando a eso de la medianoch, llegaban a una fiesta la Víctima y la Victimaria (Alias "La Leona"). Por razones de seguridad mi paciente será identificado sólo como Cristian. Estaba la Leona y el pobre Cristian disfrutando de sus "birras" e intercambiando melosas palabras (Onda Adobo), cuando al ritmo de Pato renán descubrieron el fuego de sus miradas...todo fue muy rápido (La Leona no perdona) y ella le dijo: "Cristian, te invito a conocer mi campus" a lo que la víctima asintió, confiando en su "buena fé"...no sabía que estaba cavando su propia tumba.
...Estando en las canchas, la Leona rancagüina dió el zarpazo decisivo: mostrando sus afilados dientes, hundiendo sus garras en la carne fresca, desatando un huracán de pasión (es fuerte lo de ellos). Pasaban las horas, una tras otra y la animada fiesta de los ignorantes de aquel idilio, llegaba a su fin..."¿Dónde quedaron los tórtolos?" se preguntaron los que los vieron por última vez...
...La última vez que se los vió fue huyendo de las llamas que ambos provocaron en la famosa "Loma del Monito" (en las canchas) y, en su loca carrera, llegaron al mítico camino de tierra donde se encontraron con Claudia (la del TLO anterior) y su Gatúbelo, y decidieron sabiamente irse por el mundo del "Dele No Más", gozando de su juventud y lozanía.
Sólo me queda dejar mi sabio consejo: "No se dejen engatuzar o "aleonar" con las fuertes e insistentes invitaciones a conocer lugares turbios de dudosa reputa-ción, que sólo conducen a la perdición".
Dr. Chepo